Dzongsar Khyentse Rinpoche

Dzongsar Khyentse Rinpoche

Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche was born in Bhutan in 1961 and was recognized as the second reincarnation of the nineteenth-century master Jamyang Khyentse Wangpo. He has studied with and been empowered by some of the greatest Tibetan masters of this century, notably the late Dilgo Khyentse Rinpoche and the late Dudjom Rinpoche. Dzongsar Khyentse Rinpoche supervises his traditional seat of Dzongsar Monastery in Eastern Tibet, as well as newly established colleges in India and Bhutan. He has also established meditation centers in Australia, North America and the Far East.

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The Clarity Aspect

Emptiness without wisdom can lead to nihilism, explains Dzongsar Khyentse Rinpoche. That's why we have the teachings on buddhanature.

Impecable desde el principio

Para superar los cinco obstáculos principales que enfrenta un bodhisattva, dice Dzongsar Khyentse Rinpoche, debemos darnos cuenta de que todos los seres son primordialmente puros. En este artículo nos presenta las enseñanzas esenciales sobre la naturaleza búdica del libro de Maitreya, Uttaratantra Shastra.

¿Cómo verás al Gurú?

¿Puedes ver a tu maestro como el Buda? Dzongsar Khyentse Rinpoche dice que no es fácil, pero para un practicante Vajrayana es aquí donde empieza el camino de verdad.

¿Qué te hace ser budista?

No se trata de las ropas que vistes, los rituales que realices, o la meditación que hagas, dice Dzongsar Jamyang Khyentse. No es lo que comas o cuánto bebas. Es si aceptas los cuatro descubrimientos fundamentales que hizo el Buda debajo del árbol del Bodhi; si lo haces, te puedes llamar budista. 

Lo que cambia y lo que no cambia: una entrevista con Dzongsar Khyentse Rinpoche

Dzongsar Khyentse Rinpoche es un excepcional maestro budista y director de The Cup, quizás el primer gran largometraje tibetano. Él es plenamente moderno y está profundamente interesado en el tema de la corrupción del dharma. En esta clásica entrevista con su alumna, Kelly Roberts, en el año 2000, él reta a los budistas occidentales a sostener las verdades incambiables del budismo dejando ir las trampas y los adornos culturales. Muy a menudo, dice, hacemos lo opuesto.